HIPOTECA
Una hipoteca es un acuerdo entre usted y el prestamista, que le da al prestamista el derecho a tomar su propiedad si usted no paga el dinero que le ha prestado, más los intereses.
Los préstamos hipotecarios o hipotecas se utilizan para comprar una vivienda o para pedir préstamos de dinero sobre el valor de una vivienda que ya posee.
Siete cosas que debe revisar en una hipoteca
- La cantidad del préstamo
- La tasa de interés y los puntos asociados
- Los costos de cierre del préstamo, incluidas las comisiones del prestamista
- La tasa anual efectiva (TAE)
- El tipo de tasa de interés y si éste puede cambiar (¿Es fija o ajustable?)
- El plazo del préstamo, o el tiempo que tiene para pagarlo
- Si el préstamo tiene otras características de riesgo, como penalidades por pago anticipado, cláusula de pago global final, característica de sólo intereses o amortización negativa.
1. El propio concepto de hipoteca: no debemos confundir hipoteca con préstamo hipotecario
Cuando usted solicita un préstamo a su banco, es posible que el banco le pida como requisito constituir una hipoteca. Hablamos, entonces, de préstamo hipotecario. La hipoteca es un derecho que se orienta a garantizar el cumplimiento de una obligación sujetando algún bien al cumplimiento de esa obligación. Si no se cumple la obligación, el acreedor tiene derecho a que se venda el bien para satisfacer, al menos en parte, la deuda. Es una garantía para el acreedor.
Es muy importante comprender que puede haber préstamos sin hipoteca e hipotecas sin préstamo. Un banco le puede conceder a usted un préstamo sin hipoteca, si considera suficientes otro tipo de garantías. Y no todas las hipotecas tienen que garantizar préstamos hipotecarios. Se puede garantizar con una hipoteca el pago de cualquier clase de deudas.
Aunque en el hablar coloquial se utilice crédito como sinónimo de préstamo, no es lo mismo un crédito hipotecario que un préstamo hipotecario.
Un préstamo hipotecario tiene unas condiciones, particularmente en cuanto a la cantidad prestada, prefijadas. Mientras, un crédito hipotecario se concede hasta una determinada cantidad, pero usted no habrá de disponer de esa cantidad íntegramente de forma inmediata. El crédito hipotecario ofrece una mayor flexibilidad, pero ello se asociará normalmente a un coste algo mayor.
3. Novación de la hipoteca: lo pactado se puede cambiar
Una novación supone el cambio de alguna de las condiciones que tiene su hipoteca. Y supone realizarlo con su mismo banco. Lógicamente, se efectúa de común acuerdo entre ambos (acreedor y deudor). La novación tiene como ventaja, frente a la subrogación, que puede tener un coste algo menor, porque permite hacer algunas modificaciones menores. Finalmente es un cambio en lo ya pactado. Pero, para ello, ha de llegar a un acuerdo con su banco.
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