En comercio internacional generalmente los países que tienen valores más elevados de producto interno bruto (PIB) son grandes socios comerciales entre sí. Un claro ejemplo es que 3 de los 10 principales socios comerciales de Estados Unidos son países europeos. Esta relación resulta casi obvia, ya que al ser más grande la economía de un país podrá optar por mayores importaciones y exportaciones.
Otro dato que modela al comercio internacional es la distancia entre los países involucrados: a menor distancia los países tienden a compartir culturas parecidas y sus costos de transporte son muchos menores, facilitando el comercio.
El modelo económico que incluye estas variables se denomina Modelo de Gravedad y su nombre se debe a su analogía con la Ley de Gravedad de Newton que nos dice que la atracción de gravedad (comercio) entre dos objetos cualquiera (dos países) es proporcional al producto de sus masas (PIB) y disminuye con la distancia.
Empíricamente este modelo funciona con grandes resultados. Quizás tenga algunas falencias en el concepto de distancia que ocupa, ya que estrictamente no tenemos por qué referirnos a una distancia geográfica, sino que también puede ser cultural, religiosa o social. Pero como podemos ver, el modelo se asemeja bastante a la realidad.
Sin embargo ¿cuáles son las consecuencias? Una es que lamentablemente las economías más grandes lo seguirán siendo y las pequeñas, al no verse privilegiadas, seguirán estancadas. Otra es que los países desarrollados fijan sus restricciones para comercializar con barreras comerciales, las cuales son mucho más altas para los países que tienen poco que ofrecer en relación a sus economías.
Actualmente en la economía mundial gana el más fuerte. ¿Es esto justo?, ¿o debiera haber una organización internacional libre de presiones estatales que pueda controlar a los países desarrollados y cuidar al resto?
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