La implementación del sistema de pagos transfronterizos CIPS 2.0 por parte de China, impulsado por el yuan digital. Este nuevo sistema busca ofrecer transacciones internacionales más rápidas y económicas que el sistema SWIFT, considerado obsoleto y costoso. Las fuentes resaltan la capacidad del yuan digital para operar sin conexión a internet, utilizar contratos inteligentes y ofrecer una trazabilidad y seguridad superiores gracias a la tecnología blockchain y la inteligencia artificial. Este avance se percibe como una estrategia de China para reducir la dependencia del dólar estadounidense y desafiar su dominio en el sistema financiero global, potencialmente alterando la dinámica del comercio y las reservas internacionales, a pesar de enfrentar desafíos para su adopción generalizada.