miércoles, 1 de junio de 2022

Conflicto China - Estados Unidos

junio 01, 2022 0
El crecimiento del Perú depende de como le vaya a las dos potencias mundiales ya que, por ejemplo, tan solo China y EEUU representan el 43% del PBI mundial. Por otro lado, China es el principal socio comercial de 144 países, entre ellos Perú.

Rescatando una nota periodística, el FMI señaló que las economías de EEUU y China reducirían en su porcentaje de crecimiento anual respecto al año pasado, teniendo en ambos casos una reducción del 0.8% para el mes de octubre del 2022.

Esto puede afectar a nuestro país, ya que si el crecimiento de las dos potencias se reducen, el comercio internacional en general se vería reducido, por lo que nuestras proyecciones anuales también se verían reducidas.

Esta reducción afectará en general a todas nuestras exportaciones, ya que China es el principal importador de productos tradicionales que tiene Perú, y EEUU es el principal importador de productos no tradicionales que cuenta el país.

Esta reducción en China, es debido al plan "Cero Covid" que implementó el país. Este plan ha tenido consecuencias negativas a nivel económico, social y logístico y a la nivel mundial, perjudica las cadenas de suministros vinculadas.

Por otro lado, el conflicto entre Rusia y Ucrania podría ahondar aun mas los problemas, debido a que significaría el posible enfrentamiento entre dos bandos, Rusia y China por un lado y EEUU y la OTAN, del otro.

Estos escenarios futuros, complican aún más la situación ya agitada en la que vivimos a nivel interno y que puede generar niveles altos de inestabilidad.

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Guerra de Economías

junio 01, 2022 0

 

Como ya se sabe, existe una gran guerra comercial entre China y Estados Unidos que afecta el comercio internacional de diferentes maneras, por lo que a través de este ensayo opinaré al respecto.

Desde hace unos 20 o 30 años, Estados Unidos ha visto cómo grandes empresas locales deciden migrar a China, ya que el país tiene mejores ventajas competitivas, como mano de obra barata y gran cantidad de consumidores potenciales, todo eso ha creado una crisis económica que el Estado ha tratado de paliar, decidieron aumentar el proteccionismo porque no puede competir con China. Desde que Donald Trump, el ex presidente de los Estados Unidos, emitió una ley de protección específica, aumentando los precios con el continente (México y Canadá), especialmente con la nación asiática para sus automóviles y aumentará la compra de productos agrícolas estadounidenses.

Como resultado de esta guerra a los países latinoamericanos, se les ha visto perjudicados, esta situación ha puesto en países como Brasil o México en déficit, porque sus bienes importados exceden sus exportaciones. En Perú, las consecuencias fueron similares a las anteriores, nuestro mercado textil se vio afectado por la ropa china, que es de mala calidad, pero de bajo precio, lo que provocó que muchas pequeñas empresas perdieran ventas y desparecieran.

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GUERRA COMERCIAL ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA

junio 01, 2022 0
"La neutralidad sesgada que practica Pekín debería ser útil para una mediación que pare las hostilidades".

La ambivalencia lacónica de los mensajes de China no debe distraer de sus intenciones: aspira a ganar una guerra en la que no ha participado hasta ahora, aunque puede intervenir en el desenlace como mediador en la paz. Hay razones inmediatas de proximidad al presidente ruso, Vladímir Putin, y una hostilidad compartida por la democracia pluralista, el Estado de derecho y el orden internacional liberal. Les separan también un buen puñado de intereses e incluso los métodos para defenderlos. Pero a Pekín no le conviene precipitarse, como sería el caso si se convirtiera en una tabla de salvación excesivamente visible para superar las sanciones contra Putin, o, sobre todo, si atendiera las necesidades de Moscú sobre un eventual suministro de armamento para una invasión ilegal e ilegítima que pretende cambiar por la fuerza las fronteras de un país y sustituir su soberanía.

La sintonía que han exhibido Xi Jinping y Vladímir Putin estos meses tuvo su expresión más significativa en la declaración conjunta del 4 de febrero, previa a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín. En aquel contexto celebratorio, y anterior a la invasión de Putin, reafirmaron una relación bilateral sin límites y exhibieron su hostilidad solidaria tanto hacia la OTAN como al Aukus (Australia, Reino Unido, Estados Unidos). La sintonía expresada no se ha traducido todavía, más allá de la adopción del lenguaje que impone Moscú, en acciones militares o económicas concretas de respaldo a Putin. Hacerlo de forma más o menos explícita descartaría a Pekín como mediador y anclaría definitivamente el orden del mundo en una bipolaridad en la que China sustituiría a la antigua Unión Soviética.

La ayuda de China a Rusia significaría el reconocimiento inmediato de que Putin ha perdido su guerra, con independencia del resultado militar de la invasión. Ha calculado mal y se encuentra impotente ante la unidad de la UE, la presión de Estados Unidos y la monumental resistencia de los ucranianos Por eso, tanto Rusia como China niegan que ni siquiera se haya formulado la petición de asistencia. Hasta el momento, la neutralidad sesgada que practica Pekín parece parte crucial de su estrategia. Bien porque quiera jugar el papel de mediadora —y ojalá que sirviera para parar la guerra—, o porque finalmente incline la balanza, al final se encontrará como socio único de una Rusia aislada por las sanciones internacionales, pero gran productora agraria y de energía y con una fuerte industria armamentística. Los alicientes de China como potencial negociador están en la debilidad rusa tras la guerra ante un régimen de partido único, disciplinado y totalitario en el ámbito político, eficaz en el económico e incluso vanguardista en el tecnológico. 

Para China, la guerra de Ucrania supone también un observatorio militar y geopolítico del que va a extraer lecciones con respecto a Taiwán, aunque de una todavía hipotética victoria rusa en Ucrania no debe deducirse mecánicamente una inmediata invasión china de la isla. No hay duda de que Pekín extraerá conclusiones prácticas de las disfunciones en la planificación militar rusa, los éxitos de la resistencia ucrania y la reacción europea, atlántica y de la comunidad internacional. Pero será el tipo de orden internacional que surja de la actual guerra de Ucrania el que determinará los márgenes de maniobra de China para hacer realidad la anexión de la isla antes de la mitad del siglo XXI.


COMERCIO Y ORIGEN DEL CONFLICTO 

La relación entre Estados Unidos y China cobró un giro desde la asunción de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. En efecto, la reconfiguración de una situación percibida como injusta o perjudicial para los Estados Unidos se convirtió en uno de los ejes de su Gobierno. En ese sentido, la distribución de los beneficios derivados del comercio, y de la globalización en general, puede ser un factor que explique el descontento con la situación actual y el propio éxito político de Donald Trump. El trasfondo de la disputa comercial es el fenomenal crecimiento que tuvo el comercio entre ambos países desde que China se uniera a la OMC en 2001. Más en detalle, en 2001 el volumen total de comercio entre ambas naciones, es decir exportaciones más importaciones, ascendía a US$121.460 millones, mientras que en 2018 ascendió a US$659.844 millones, un incremento de 443%. El intercambio comercial arroja un saldo negativo para los Estados Unidos, que en 2018 ascendió a US$419.612 millones. En 2001, China explicaba el 9% de las importaciones y el 2,8% de las exportaciones de Estados Unidos, para 2018 las cifras fueron 21,2% y 7,5%, respectivamente. China es el tercer mercado de exportación de Estados Unidos, mientras que Estados Unidos es para China el principal mercado de exportación. 

Intercambio comercial de Estados Unidos con China - millones de US$, acumulado 12 meses

Fuente: Movimiento CREA en base a US International Trade Administration

Lo anterior pone de relieve tanto la magnitud del actual conflicto, como las razones por las cuales Donald Trump considera que Estados Unidos tiene más para ganar que para perder encarando una negociación con una postura dura con China. En efecto, típicamente en una disputa comercial la imposición de aranceles por una de las partes lleva a que la otra busque reaccionar, elevando las tarifas para lo producción del país “agresor”, situación que de hecho ya ocurrió en la práctica con las subas cruzadas de las últimas semanas. En ese marco, Estados Unidos tiene un mayor potencial para dañar a China, teniendo en cuenta que sus importaciones de bienes chinos son muy superiores a las importaciones de bienes estadounidenses por parte de China. De acuerdo a versiones periodísticas, la administración de Donald Trump se encuentra preparando un nuevo paquete de tarifas que, sumado a los ya implementados, abarcaría a prácticamente la totalidad de las importaciones provenientes de China. El país asiático, por su parte, también ha ido escalando las tarifas aunque siempre como respuesta a movimientos por parte de Estados Unidos. Además del menor volumen de importaciones, ello puede deberse a los diferentes perfiles de las compras que realiza uno y otro país.


Compras de China a Estados Unidos - % del total, 2016
Fuente: The Atlas of Economic Complexity

Puntualmente, China compra a Estados Unidos un volumen importante de maquinaria e insumos intermedios, por lo que imponer aranceles afecta su propia producción industrial, más aun teniendo en cuenta la complejidad tecnológica de los bienes importados que los torna difíciles de reemplazar. De manera contraria, Estados Unidos compra a China principalmente productos terminados, por lo que la imposición de aranceles recae mayormente sobre los consumidores. Sin embargo, como puede verse en el gráfico, algunos productos terminados tienen un peso importante en las compras de China a Estados Unidos, destacando la soja, los aviones y los automotores, que ocuparon espacio en la prensa por encontrarse entre los sectores más afectados por la guerra comercial.

Además, en el caso del agro estadounidense, se trata de un sector que posee un importante poder político y capacidad para hacer oír sus reclamos. La división entre Estados Unidos exportando insumos intermedios e importando bienes terminados de China no es casual y es un patrón típico de la globalización en el que se han insertado con éxito varios países asiáticos, entre los que destacan Corea del Sur y Taiwán. Típicamente, se observa que las empresas de países desarrollados llevan a Asia, o a otras localizaciones del mundo emergente, las tareas más intensivas en mano de obra, aprovechando los bajos salarios, mientras que retinen las partes del proceso productivo más intensivas en conocimiento, como el diseño o la elaboración de partes de alta complejidad (por ejemplo, chips). Así, esta dinámica es lo que genera la aparente paradoja de que Estados Unidos exporte piezas de computadoras y para importar computadoras terminadas. Por otra parte, El proceso sin embargo no es estático y tanto Corea del Sur como Taiwán han logrado avanzar en la incorporación local de conocimiento y en la complejización de las tareas realizadas, lo que les ha permitido ingresar en el reducido club de países que han logrado desarrollarse en las últimas décadas. En otros casos, como México, el ensamblaje local de piezas importadas no ha conducido a un proceso de desarrollo. 

Fuente:

  • "Ofensiva de Rusia en Ucrania: China y la guerra". Diario El País. Recuperado el 31 de mayo de 2022 de: https://elpais.com/opinion/2022-03-16/china-y-la-guerra.html
  • "Informe Macroeconómico - El conflicto comercial entre China y Estados Unidos". Editorial Galicia & CREA. Recuperado el 31 de mayo de 2022 de: https://www.crea.org.ar/wp-content/uploads/2019/05/Macro-256.pdf

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LA GUERRA COMERCIAL

junio 01, 2022 0

 

LA GUERRA COMERCIAL

ESTADOS UNIDOS VS CHINA


En una guerra comercial, generalmente hay dos actores o países implicados, donde cada uno busca proteger la industria local utilizando medidas restrictivas para las importaciones, y que afectan a los demás países que tienen relaciones comerciales con ellos.

En este tipo de situaciones se presenta una variación desmedida en el precio de un producto bajo la influencia de los costos de producción, la demanda, la competencia y los factores de restricciones legales; lo cual es peligroso y se debe evitar como se hace con las plagas. El principal aspecto afectado por una guerra comercial, son los aranceles, los cuales son impuestos o tributos que se deben pagar por un bien o servicio al traspasar la frontera de otro país. El más común es el arancel a la importación para proteger la industria nacional y se puede utilizar como herramienta para evitar o disminuir el ingreso de un producto no deseado al territorio aduanero nacional.



El área del comercio internacional es uno de los pocos sectores en los que el presidente Trump ha mantenido una postura consistente a lo largo del tiempo, incluso es el área que durante su mandato se ha visto más afectada y de cara a la incertidumbre por la serie de decisiones que este mandatario ha ido tomando, las cuales, en su mayoría, tenía previstas desde su campaña electoral. La firme convicción que este personaje tiene de que otros países extranjeros se han venido aprovechando de la apertura comercial de EE.UU. es el motivo por el que en su primer día de trabajo oficial tras su toma de posesión (23 enero 2017), Trump firmó un memorándum presidencial ordenando la retirada de EE.UU. del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica . En su primer año de mandato, el presidente Trump no solo revolucionó su país, sino que causó grandes incertidumbres a nivel global por las diferentes medidas que iba llevando a cabo y anunciando a lo largo del año, tales como: el decreto anti-inmigración o la salida del acuerdo de París sobre el cambio climático . 

Posteriormente, el inicio del año 2018 supuso el desencadenamiento definitivo de la introducción de las medidas proteccionistas. Con el anuncio de la imposición de tarifas del 30% a paneles solares y del 20% a máquinas lavadoras el 22 de enero de 2018 , afectando sobre todo a la industria China y Surcoreana, se dio por comenzada la guerra comercial. A partir de este momento y hasta la actualidad, se pueden distinguir tres PERIODOS claros en este conflicto:

PERIODO 1:

En marzo de 2018 la Administración Trump anunció la imposición de aranceles del 25% y del 10% al acero y aluminio respectivamente, afectando a prácticamente todos los países (excepto Corea del Sur, Brasil, Argentina y Australia) y principalmente a sus principales proveedores como Canadá y México. Los motivos por los que defendió dichas medidas fueron, en primer lugar, la constatación de que los precios de los productos estadounidenses hasta el momento eran exageradamente bajos, lo cual estaba afectando a las empresas nacionales; en segundo lugar, el convencimiento de que las compañías competidoras estaban recibiendo subvenciones ilegales, contrarias a las leyes de competencia, y por último, el hecho de que el crecimiento de importaciones de acero estaba perjudicando, según Trump, a la industria estadounidense.







PERIODO 2:

En julio de 2018 es la primera vez que el gobierno de Trump impone tarifas específicamente contra China . En este mes, el Representante de Comercio de EE.UU. denunció infracciones del gobierno chino relacionadas con la apropiación de tecnología y propiedad intelectual, las cuales estaban debilitando el comercio estadounidense. Por este motivo, anunció nuevos gravámenes del 25% que afectan a maquinaria hecha en china, robótica y elementos de transporte. El gobierno chino contraatacó de inmediato imponiendo aranceles por la misma cantidad a los productos estadounidenses.



PERIODO 3:

En agosto de 2018, los empresarios más influyentes de ambos países suplican por una solución pues sus actividades están siendo gravemente afectadas a raíz de las medidas anteriormente impuestas, incluso los directores de Apple han tenido que enviar cartas al gobierno explicando cómo la inmigración, las importaciones y exportaciones son vitales para el país, el impacto de las medidas en la compañía y cómo eso afecta el apoyo económico que la empresa brinda a Estados Unidos. Ante la evidente falta de acuerdo y las constantes amenazas, China presenta una demanda ante el OSD, en concreto contra las tarifas sobre los paneles solares, alegando perjuicios a los intereses comerciales chinos. A finales de mes, los representantes de comercio de ambos países se reúnen por primera vez en Washington, sin llegar a ningún acuerdo. Un día después, el 27 de agosto de 2018, China interpone la segunda demanda contra EE.UU. en el OSD de la OMC, alegando que las reformas de los artículos 301 a 310 de la Ley de Comercio Exterior de EE.UU. y los avisos realizados de nuevas medidas contra importaciones chinas, vulneran los artículos 1 y 2 del GATT por los que se rige la Solución de Diferencias. Además, China expresa que “los aranceles impuestos exceden los derechos fijados en la lista de concesiones y compromisos de EE.UU. con la OMC y alude a la “aplicación selectiva” de esta medida, pues el gobierno ha eximido a varios Estados miembros de la OMC, como Canadá, México, Australia, Argentina, Corea del Sur, Brasil y la Unión Europea. 

PERIODO 4:

Durante el mes de septiembre de 2018 ambos países finalizan sus respectivas listas de productos. Estados Unidos presenta una lista de productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares a los que posteriormente impone un arancel de 10% en vigor a partir del 24 de septiembre y que a partir del 1 de enero de 2019 aumenta al 25%; de estos una cuarta parte son bienes de consumo y se incluyen los componentes electrónicos y autopartes. Mientras que la lista de productos estadounidenses realizada por China tiene un valor de 60.000 millones de dólares a los que busca imponer gravámenes entre 5% y 10%, incluye principalmente productos medios y bienes de capital

PERIODO 5:

Tras la reunión del G-20 en Buenos Aires, los presidentes de los dos países implicados se comprometen a negociar un amplio acuerdo comercial, con rondas de conversaciones que inicialmente tenían como fecha de límite el 1 de Marzo para llegar a un resultado, de lo contrario los aranceles se elevarían de 10% a 25% para los productos chinos. Sin embargo, debido al progreso de las conversaciones, las rondas se extienden hasta finales de abril de 2019. 

PERIODO 6:

En Mayo de 2019, las negociaciones toman un rumbo completamente diferente y quedan de lado en vista del anuncio hecho por Trump vía twitter, donde afirma la puesta en marcha de los aranceles de 25% a los productos chinos a partir del 10 de mayo del mismo año, incluyendo en esta medida los productos de consumo final como juguetes, calzado, ropa y electrónica. Igualmente, declara una emergencia nacional con la cual prohíbe a las compañías del país el uso de equipos de telecomunicaciones fabricados por empresas del gigante asiático que supuestamente intentaban espiar a Estados Unidos, afectando los negocios de firmas chinas como Huawei . Enseguida, China toma las represalias necesarias e impone también un aumento a los aranceles en los productos estadounidenses que entrará en vigor en junio del 2019 .

PERIODO 7:

Durante la cumbre del G-20 en Osaka - Japón, los presidentes Donald Trump y Xi Jinping retoman las negociaciones para dar una tregua a la guerra comercial durante 6 meses. Esto da origen a un aplazamiento de la nueva subida de aranceles a 300.000 millones de dólares de productos chinos hasta fin de año para poder alcanzar un acuerdo . Afortunadamente tras esas negociaciones, los dos países lograron llegar a un acuerdo para dar fin a la guerra comercial, el cual fue firmado el 15 de Enero de 2020. La primera fase del acuerdo se llevó a cabo en medio de un ambiente tenso debido a que Estados Unidos no estaba de acuerdo con el manejo que le dio China a la crisis del coronavirus. En el acuerdo los dos países fijaron términos bajo los cuales China se compromete a comprar bienes estadounidenses a cambio de que Estados Unidos reduzca los aranceles y no imponga nuevas tarifas.

Entre los bienes estadounidenses que China se comprometió a comprar, se incluyen los productos agrícolas, energía y manufacturas. Por otra parte, Estados Unidos se compromete a rebajar hasta el 7,5% los aranceles impuestos a importaciones chinas por valor de 120.000 millones de dólares y a cancelar gravámenes adicionales. También se realizará una segunda tanda de negociaciones para abordar los temas de la transferencia forzada de tecnología, la propiedad intelectual, la expansión del comercio, el establecimiento de mecanismos para la resolución de disputas o la apertura de los mercados financieros chinos . Por otro lado, se observó que el flujo comercial entre los dos países cayeron un 13,6% durante los primeros siete meses de 2019, cifra que representa una amenaza pues el gigante asiático tuvo una cifra de crecimiento de 6,2% en el segundo trimestre del mismo año - registrando el crecimiento más lento en 30 años . A nivel general, el enfrentamiento ha perjudicado las exportaciones mundiales, la inversión y la fabricación a nivel internacional . 


CAMBIOS EN LASTAREFAS ARANCELARIAS ENTRE EE.UU. Y CHINA

 Cambios Arancelarios de Estados Unidos a China



 Cambios Arancelarios de China a Estados Unidos 



 Cifras de productos que Estados Unidos Importa desde China


Al analizar las cifras  se evidencia que del año 2016 al 2018, las cifras de importaciones del total de productos provenientes de China, estaban creciendo entre un 5% y 10% pero a partir de 2018, con el inicio de la guerra y los diferentes cambios arancelarios impuestos, esta cifra creciente cambia de rumbo y empieza a disminuir de forma bastante visible.

Cifras de Productos que China Importa desde Estados Unidos


Ahora, como se observa, el cambio en los productos importados por China desde Estados Unidos no es tan impactante a simple vista pero se puede observar el mismo comportamiento a nivel general, de los años previos a 2018 se presenta un crecimiento en las cifras de importaciones pero a partir del 2018 hay una baja que supera el crecimiento de los tres años previos a este suceso. Es decir, mientras el aumento entre 2016 y 2018 fue continuo y representó aproximadamente 20.957.104 millones de USD, la disminución entre el año 2018 y 2019 fue de 32.768.701 millones de USD, lo que se justifica con los sucesos ocurridos a partir del primer trimestre del 2018 en el que inicia oficialmente la guerra comercial entre China y Estados Unidos.


Movimiento del Mercado de Divisas 


De acuerdo con el FMI, hubo una reducción en la inversión que conlleva a la baja demanda de bienes de capital, y eso se debe a la guerra comercial. Entonces, eso genera una mayor incertidumbre que impacta las cadenas globales de valor, por lo cual el FMI estimó en 2019 que las tensiones comerciales generarían una reducción aproximada de un 0,8% del nivel del PIB mundial en 2020.

Las Empresas Afectadas por la Guerra Comercial entre Estados Unidos y China

Son miles de empresas las cuales se ven afectadas por los constantes cambios arancelarios debido a la guerra comercial, solo en China el 75% de las empresas norteamericanas allí presentes se vieron afectadas negativamente de acuerdo con una encuesta publicada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos. Para determinar esto, tomaron una muestra del 16 al 20 de mayo de 2019 en la cual participaron 250 empresas, entre las cuales el 61,6% están en la industria de la manufactura, el 25,5% con los servicios, el 3,8% con la venta minorista y distribución y el 9,6% con otras industrias. Además, la encuesta reveló que el mayor impacto fue hacia los fabricantes, quienes se vieron afectados en un 81,5% por los aranceles estadounidenses y un 85,2% por los aranceles chinos.

























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